El ídolo y lo internacional

Parece broma cada vez que el gran astro japonés osa romper alguno de los récords del beisbol.

Para nadie es secreto la gran calidad de Shohei Ohtani en el diamante: tanto como bateador al igual que como lanzador, es un pelotero que le está dando un brillo necesario al rey de los deportes, siempre necesitando ídolos para la fanaticada.

A Ohtani no le termina ayudando estar con un equipo de esos con algunos nombres y pocos resultados. Es donde han abundado los memes de una referencia a una marca impuesta por el Tungsten arm (brazo de tungsteno) O’Doyle hace algo así como UN SIGLO. Es un humor muy gringo, pero, la verdad, la ironía proporciona buenas risas cuando Mike Trout junto al japonés se quieren echar al hombro al equipo… para terminar otra vez perdiendo el juego. 

Ya era Ohtani el quinto pelotero —desde 1900— con la increíble cifra de 500 ponches recetados y 500 imparables conectados como bateador, en una lista donde alcanzaría nada menos que a Walter Johnson y… a un mismísimo Babe Ruth, a quien también le rompió ya la cifra histórica de más ponches para un pelotero (en este caso, dual) con más de 100 cuadrangulares.

El japonés liquidó esos 500 ponches en 388 2/3 entradas, atrás del tremendo número de Corbin Burnes, quien lo logró en 365 IP; debe saberlo quien ha lanzado y bateado en un mismo juego: no es nada sencillo lograr esa eficiencia en la lomita junto a la destreza de batear imparables todos los días que se aparece en el line up, es algo de verdad ENORME en el beisbol actual.

¿Todo esto mete a los nichos de la inmortalidad a Ohtani? Sin duda, aunque la gran pregunta permanece en el tema de si seguirá en un equipo sin ninguna pretensión real o si dará el “salto cuántico” a un verdadero contendiente. El tiempo dirá si el superestelar se anima a lo que su también compañero Trout pudo y no quiso hacer: muchos aficionados quieren ver al oriental y campeón mundial brillar con Yankees, ese equipo con un imán el cual no pudo rechazar Aaron Judge.

Hablando de ese tono internacional, Grandes Ligas parece ir tarde en una expansión con sus juegos: junto a Estados Unidos, Canadá y Puerto Rico se sumaron Japón, Inglaterra, Australia y México como países con juegos oficiales, rubro al que llegarán Corea (Sur) en 2024 y Francia en 2025. Fácilmente deberían tener, al menos, 10 países más ya para estas fechas; parece que triunfa el tortuguismo.