El Taquito: la historia de la taquería más antigua de la CDMX

Cuando se habla de tradición culinaria en la Ciudad de México, es imposible no mencionar a El Taquito, un restaurante que ha sobrevivido más de un siglo en el corazón de la capital mexicana.

Fundado en 1917, este emblemático local no solo es reconocido como la taquería más antigua de la CDMX, sino también como un testimonio viviente de la historia gastronómica, social y cultural de México.

Ubicado previamente en el centro histórico de la CDMX, El Taquito ha sido testigo de revoluciones, transformaciones urbanas y el ir y venir de miles de comensales, incluyendo presidentes, actores, toreros y celebridades nacionales e internacionales.

Más que una taquería, es una institución que ha conservado su esencia a lo largo de las décadas, sin perder ese toque que lo hace único: el sabor, la historia y el orgullo de ser parte del patrimonio culinario de México.

Historia de El Taquito

El Taquito fue fundado en 1917 por la familia Guillén, ubicado en la Carmen 69 Col. Centro CDMX. El local empezó como un modesto puesto de tacos con bancas de madera, atendido por sus propios dueños.

La receta era simple pero poderosa: carne de calidad, tortillas recién hechas y salsas caseras. Desde sus primeros años, El Taquito se ganó la lealtad de los trabajadores, estudiantes y artistas que frecuentaban el centro.

Pronto, la fama del lugar creció, al igual que su menú y su clientela. Su menú ahora abarcaba platillos por tiempos y bebidas, pero conservando el sabor y tradición de la comida mexicana.

Su longevidad es una rareza en una ciudad que cambia constantemente. Más de 100 años después, sigue siendo propiedad de la misma familia, ahora en su cuarta generación.

Uno de los sellos distintivos de El Taquito ha sido su clientela. Este restaurante ha recibido a personajes como Diego Rivera, Dolores del Río, Jorge Negrete, María Félix, Pedro Infante, Cantinflas, José Alfredo Jiménez, Marilyn Monroe y hasta expresidentes. La lista es larga y sigue creciendo.

Dentro del restaurante, las paredes están adornadas con fotografías de muchas de estas visitas. Cada imagen cuenta una historia: una comida entre amigos, una celebración familiar, una noche de mariachis después de un concierto.

Hay anécdotas de José Alfredo cantando mientras esperaba sus tacos de lengua, o de Cantinflas firmando servilletas para los meseros. Su cercanía a Garibaldi, punto de reunión de mariachis y bohemios, contribuyó a crear un ambiente festivo.

Más que una comida, ir a El Taquito era una experiencia, un ritual donde la buena comida se mezclaba con la música, la conversación y la cultura popular.

¿Qué comida sirven en El Taquito?

El corazón de El Taquito está en su cocina. Aunque el menú ha crecido con el tiempo, hay platillos que siguen siendo los favoritos de siempre. Los tacos de suadero, lengua, tripa dorada y pastor siguen siendo insuperables. Pero también ofrecen especialidades como el chamorro al horno, la arrachera, los frijoles charros y las sopas tradicionales.

Lo que distingue a El Taquito es su respeto por la receta original. Las tortillas se hacen al momento, las salsas son preparadas diariamente y los ingredientes se seleccionan con rigurosidad.

Los sabores no han cambiado en más de un siglo, y eso es precisamente lo que ha mantenido su clientela fiel. Aquellos que iban de niños con sus padres ahora llevan a sus propios hijos o nietos. Es un lugar de herencia, donde los sabores evocan recuerdos familiares y emociones profundas.

Hoy en día se puede encontrar un menú mucho más extenso, con clásicos como: sopa de tortilla, moles, aguachiles, milanesas, tortas, tacos, enchiladas, pescados y mariscos.

¿Por qué El Taquito cambió de ubicación?

Gracias a la fuerte afluencia de comerciantes informales en ciertas zonas de la CDMX, el restaurante se vio en la necesidad de cerrar sus puertas. Tras anunciar solo una remodelación, la realidad terminó en mudanza al sur de la CDMX

Hoy, El Taquito sigue operando en Miguel Noreña 25, San José Insurgentes CDMX. La zona ha cambiado, se ha modernizado y revitalizado, pero el restaurante mantiene su esencia tradicional en los platillos que sirve y la calidez de su servicio.

El local actual trata de no perder su identidad, combina elementos modernos con una decoración que rinde homenaje a sus raíces: azulejos talavera, fotografías antiguas, vitrinas con objetos antiguos y menús ilustrados con historias.

Su relevancia actual también se debe a la manera en que ha sabido adaptarse: presencia en redes sociales, apariciones en programas de televisión y documentales, así como en blogs y plataformas gastronómicas.

Muchos turistas lo buscan como una parada obligada en su recorrido por la CDMX, mientras que los locales lo consideran un clásico que no pasa de moda. El Taquito no es solo la taquería más antigua de la Ciudad de México, es un símbolo de identidad, de resistencia y de orgullo.

Visitar El Taquito es hacer un viaje en el tiempo, saborear el pasado y entender por qué un lugar puede volverse legendario. Con más de 100 años de historia, sigue demostrando que la autenticidad nunca pasa de moda.

No te pierdas este video: