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El Museo Nacional de Antropología (MNA) reabrió ayer sus puertas, alrededor de las 9:10 horas, con la presencia de 66 elementos de seguridad pertenecientes a la Policía Auxiliar, permitiendo el a decenas de visitantes nacionales y extranjeros que acudieron desde las primeras horas de la mañana, pero sin que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que dirige Diego Prieto, confirmara si dicha sustitución de elementos de seguridad será temporal, definitiva o por lo que resta del año.
La dependencia tampoco explicó si existirá alguna sanción istrativa para las empresas SSS Asistencia y Supervisión, S.A. DE C.V., y Sistemas Prácticos en Seguridad Privada, S.A. de C.V., que ganaron la licitación pública, lanzada por el INAH, y cuyo fallo se dio a conocer el 30 de mayo, pese a lo cual incumplió con el servicio, como reportó Excélsior.
El INAH tampoco aclaró cuál es la situación de la empresa en los distintos espacios museográficos y sitios arqueológicos de todo el país, debido a que ayer las empresas continuaron prestando el servicio en al menos tres recintos: el Museo Nacional del Virreinato, la zona arqueológica de Teotihuacan y el Museo de El Carmen, como confirmaron trabajadores a este diario, pero sin que el INAH aclarara la presencia de dichos elementos de seguridad privada que, supuestamente, habrían prometido un ahorro presupuestal a la dependencia por prestar el servicio de protección, seguridad y vigilancia en sus inmuebles a nivel nacional.
Cabe recordar que durante el reciente encuentro entre trabajadores y Antonio Saborit, director del MNA, se detalló que la licitación para sustituir a la Policía Auxiliar se hizo con el objetivo de “ahorrar dinero” e, incluso, se expuso que Pedro Alberto Velázquez, director de Seguridad y Resguardo del Patrimonio Cultural del INAH, anunció que se ahorrarían cerca de cuatro millones de pesos con estas nuevas empresas.
Excélsior obtuvo copia del Anexo Técnico con las especificaciones solicitadas por el INAH a las empresas de seguridad, en las que se advierte que “el proveedor adjudicado deberá acreditar con constancias de habilidades laborales, expedidas por autoridad competente, que los elementos propuestos para el servicio están capacitados en las áreas de seguridad privada en los bienes servicios de monitoreo electrónico, circuito cerrado de televisión, formación de guardia, armado, prácticas de tiro, seguridad y vigilancia en zonas arqueológicas, conocimiento en procedimientos de contingencia, protección civil, seguridad privada, defensa personal y primeros auxilios”.
Mientras que en los apartados 13 y 14 se establecen las penas y deducciones donde se advierte que “en caso de que el proveedor adjudicado no proporcione los servicios en la forma y términos estipulados, el INAH no pagará los servicios no prestados y/o no aceptados, y además aplicará una penalización del 2% sobre el monto del servicio dejado de prestar por cada día de atraso”.
Este diario buscó la versión de ambas empresas, pero al cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.
VISITA FLUIDA
La mañana de ayer decenas de turistas nacionales y extranjeros arribaron al Museo Nacional de Antropología luego de que el recinto reabriera sus puertas, alrededor de las 9:10 horas, tras la incorporación de los elementos de la Policía Auxiliar que hasta el pasado sábado estuvieron laborando en este recinto.
Una de las primeras visitantes fue Lucía Ramírez, de Nayarit, quien explicó que era la primera vez que visitaba la Ciudad de México y, en especial el MNA; pero reconoció que no se había enterado de que ayer estuvo cerrado ni de que había sido galardonado con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2025.
“No, no sabemos nada de eso. Hoy llegamos con el guía y ya estamos listas para recorrer las salas”, dijo.
Lo mismo ocurrió con otros visitantes que arribaron de Nuevo León, Estados Unidos y Australia, quienes no tenían conocimiento de la situación que vivió el museo hace un par de días ni del Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2025 que obtuvo, por lo que sugirieron a las autoridades culturales (Diego Prieto y Claudia Curiel) que instalen un cartel en la entrada para que los visitantes tomen conciencia de algo tan relevante.
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