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Hoy falleció José "Pepe" Mujica, expresidente de Uruguay, a los 89 años. Campesino, guerrillero, senador y mandatario, Mujica se convirtió en una figura emblemática de la política latinoamericana por su estilo de vida austero, su oratoria cargada de reflexión filosófica y, sobre todo, por haber liderado un experimento político sin precedentes en el continente: legalizar la mariguana en Uruguay. Con su partida, se cierra un capítulo esencial en la historia de las políticas de drogas a nivel global.
Durante su mandato (2010–2015), Mujica impulsó una de las reformas más audaces y polémicas de su gobierno: el control estatal del mercado del cannabis recreativo. En 2013, Uruguay se convirtió en el primer país del mundo en legalizar completamente la producción, distribución y venta de mariguana bajo control estatal. La ley 19.172 no solo despenalizaba el consumo —que ya era legal desde 1974—, sino que permitía al Estado regular la cadena entera, desde el cultivo hasta el expendio.
Nosotros no defendemos la mariguana, defendemos la libertad", solía decir Mujica ante las críticas. Y añadía: “La idea no es hacer un paraíso para los drogados, sino quitarle el mercado al narcotráfico”. Su enfoque fue pragmático: reducir el poder del crimen organizado, controlar el consumo y proteger la salud pública, sin caer en la represión que históricamente ha fracasado en la región.
La ley uruguaya estableció tres vías de legal al cannabis: cultivo doméstico, clubes cannábicos y compra en farmacias, todo registrado en un sistema estatal. Cada persona puede cultivar hasta seis plantas, formar parte de clubes con un máximo de 45 y comprar hasta 40 gramos mensuales en farmacias autorizadas. Para garantizar que el sistema no fuera explotado por el turismo cannábico, el quedó restringido a residentes uruguayos mayores de 18 años registrados en una base de datos estatal.
A más de una década de su implementación, diversos estudios académicos y evaluaciones internacionales coinciden en que el modelo uruguayo no ha generado aumentos significativos en el consumo, especialmente entre jóvenes, y ha logrado un grado de control sin precedentes. Según el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA), hacia 2024, más de 60.000 personas estaban registradas como usuarias, y se estima que más del 70% del mercado recreativo ya estaba abastecido por canales legales.
En paralelo, la criminalidad asociada al narcotráfico no desapareció, pero las incautaciones de mariguana ilegal disminuyeron, y se observó una reducción de delitos violentos asociados a disputas por el control del microtráfico en ciertas zonas urbanas. Los desafíos persisten, especialmente por la coexistencia de mercados ilícitos de otras drogas y la adaptación del crimen organizado, pero los informes de organismos como el Observatorio Latinoamericano de Drogas y Políticas Públicas sugieren que la regulación ha sido eficaz en su objetivo principal: disminuir el rol del narcotráfico en el mercado de cannabis.
El modelo uruguayo ha servido de inspiración y estudio para otros países. Canadá, que legalizó el cannabis en 2018, y Alemania, que ha comenzado una legalización parcial en 2024, han citado el ejemplo uruguayo como uno de los más sostenibles en términos de control estatal y salud pública. Incluso en Estados Unidos, donde la legalización avanza a nivel estatal, expertos en políticas de drogas han valorado la propuesta uruguaya por su enfoque centrado en el y no en el mercado.
Pepe Mujica no era un defensor del consumo de cannabis per se. De hecho, nunca se mostró complaciente con las drogas: las consideraba un problema de salud, no un delito. Pero entendía que la guerra contra las drogas había fracasado, y se animó a experimentar con una política basada en evidencia, con el Estado como garante y no como verdugo. "Peor que la droga es el narcotráfico", afirmó en más de una ocasión.
El camino hacia la legalización no fue fácil. La ley fue duramente criticada por la oposición política, por organizaciones internacionales como la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), e incluso generó tensiones diplomáticas. Sin embargo, Mujica se mantuvo firme, respaldado por un equipo técnico que incluía médicos, sociólogos, abogados y activistas que trabajaron en la letra fina del proyecto.
Hoy, a más de una década de aquella histórica decisión, y con el fallecimiento del expresidente, se reaviva el debate sobre su legado. ¿Fue una política temeraria o visionaria? Para muchos, la respuesta está clara: Mujica fue un reformista radical, que no tuvo miedo de enfrentar los dogmas de la política prohibicionista, y que apostó a la regulación como una forma de cuidar a la ciudadanía.
El caso uruguayo sigue siendo objeto de estudio por parte de universidades como Harvard, la Universidad de Toronto y el Instituto Transnacional de Ámsterdam. En sus informes más recientes, se señala que Uruguay logró mantener un control sanitario sobre el cannabis, evitar la mercantilización excesiva del producto y disminuir el estigma sobre los s, al mismo tiempo que no se registraron aumentos abruptos de dependencia o accidentes asociados al consumo.
En la región, otros países han observado con atención. México aprobó una ley similar en 2021, aunque aún no logra implementarla del todo. Colombia, Chile y Argentina han dado pasos hacia la despenalización y el uso medicinal, pero aún sin un modelo integral como el uruguayo. En ese sentido, Mujica deja una huella que trasciende sus fronteras.
Hoy, mientras se despide al expresidente con honores de Estado, miles de uruguayos recuerdan no solo al político, sino al hombre que vivía en una chacra, donaba la mayor parte de su sueldo y viajaba en un escarabajo. Pero también al líder que, sin alzar la voz, desafió a todo un sistema y propuso una forma distinta de ver las drogas, la libertad y el rol del Estado.
El legado de Mujica no cabe en una sola ley. Pero la regulación del cannabis quedará como uno de los capítulos más simbólicos de su gobierno: una decisión política basada en principios, en datos y en el convencimiento de que otra forma de gobernar —y de vivir— es posible.
Fuentes consultadas:
IRCCA - https://www.ircca.gub.uy
Observatorio Latinoamericano de Políticas de Drogas - https://www.plataformacelac.org
JIFE - https://www.incb.org
Informe de seguimiento de la Ley 19.172 (Universidad de la República - UDELAR)
Transnational Institute (TNI) - https://www.tni.org
"Cannabis regulation in Uruguay: achievements and challenges" – The Lancet Regional Health – Americas (2024)
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