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Un temblor de magnitud 6.4 remeció la árida región de Atacama la tarde del viernes, sacudiendo edificios desde Antofagasta hasta Coquimbo, provocando cortes masivos de electricidad y pequeños desprendimientos de cerros, pero sin causar víctimas fatales, según los primeros reportes oficiales.
El movimiento telúrico se produjo a las 13:15 horas locales con epicentro “a 54 km al sur de la ciudad de Diego de Almagro”, precisó el Centro Sismológico Nacional (CSN) de Chile. La profundidad fue estimada en 65 kilómetros y el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) determinó que “las características del sismo NO reúnen las condiciones necesarias para generar un tsunami en las costas de Chile”.
Primer balance: cortes de luz y muros agrietados
En un mensaje en la red X, el presidente Gabriel Boric informó haberse comunicado con la autoridad regional: “no hay víctimas reportadas por ahora”, escribió, y añadió que convocó “al Comité de Gestión de Riesgo de Desastres (Cogrid) para consolidar información y evaluar daños”. Miguel Ortiz, subdirector de Gestión de Emergencias del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), actualizó la situación poco después: “Producto de este sismo, se registran 23 mil clientes con interrupción del suministro (eléctrico) en la región de Atacama”, además de “desprendimientos menores” en algunas rutas.
Imágenes difundidas por canales locales mostraron estanterías volcadas en supermercados de Copiapó y fragmentos de mampostería desprendidos de fachadas históricas. Medios locales transmitieron fotografías de “supermercados con mercadería en el suelo” y “algunos derrumbes en la vía pública”.
La estatal Codelco—el mayor productor mundial de cobre—se apresuró a confirmar la continuidad de sus operaciones en las minas del distrito norte. “En ninguna de las faenas que tiene en la zona se registran daños a las personas y a las instalaciones”, indicó la compañía mediante un comunicado citado por AFP.
Para Chile, donde la minería representa cerca del 14% del PIB, la rápida verificación del estado de las infraestructuras extractivas es crítica cada vez que tiembla. Atacama alberga proyectos claves como El Salvador y la faena subterránea Rajo Inca, aún en construcción.
Un país acostumbrado, pero vulnerable
Chile se asienta sobre el punto de encuentro de las placas Nazca, Sudamericana y Antártica, lo que lo convierte en “uno de los países más sísmicos del mundo”. La memoria colectiva aún carga con la devastación del terremoto y tsunami de 2010 (magnitud 8.8) que dejó más de 520 muertos, y con el evento de 1960 en Valdivia, el mayor jamás registrado, de magnitud 9.5.
La recurrente actividad sísmica ha llevado al país a robustecer normativas de construcción y protocolos de respuesta. No obstante, especialistas advierten que las brechas persisten en poblados pequeños y en la infraestructura secundaria, especialmente en regiones mineras donde las vías de evacuación y las líneas de transmisión eléctrica suelen quedar expuestas a derrumbes.
Senapred mantiene equipos desplegados para evaluar “daños a viviendas, caminos y servicios básicos” mientras el CSN monitorea posibles réplicas. Hasta el cierre de esta edición se habían registrarado al menos cuatro movimientos menores, ninguno superior a magnitud 4,5.
dmr
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