:quality(75)/media/pictures/2025/06/09/3321466.jpg)
El mindfulness, conocido en español como “atención plena”, puede ser utilizado en personas con enfermedades crónicas para “alcanzar un estado de alivio frente al padecimiento”.
Te puede interesar: ¿Qué es la salud mental?: aquí tenemos el ABC para niños, adolescentes y adultos
Se trata de una técnica de meditación mediante la cual, de manera progresiva, el paciente comienza a integrar su realidad actual, aplicando sus capacidades con el potencial de desarrollar nuevas aptitudes para mejorar su calidad de vida.
:quality(75)//media/inside-the-note/pictures/2025/06/09/whatsapp_image_2025-06-09_at_1.35.02_pm_2.jpeg)
“El mindfulness surge como una herramienta efectiva para enfocar la atención, disminuir el estrés y mejorar la calidad de vida. Esta práctica no cura la enfermedad, pero permite que la persona reconozca sus capacidades actuales, reduzca el peso de los pensamientos negativos y viva con mayor consciencia del presente”, explicó Humberto Bautista, vocero oficial de PiSA Farmacéutica.
Señaló que las enfermedades crónicas, aquellas que persisten a lo largo del tiempo, no solo impactan físicamente, sino que también generan un proceso psicológico de introspección.
Las personas organizan su vida únicamente en torno a citas médicas, generando una rutina basada en el sufrimiento hospitalario.
Esta dinámica, señaló el especialista, provoca alteraciones en el ciclo del sueño y aumenta la percepción del dolor, especialmente durante la noche, cuando los estímulos externos disminuyen.
Técnicas de mindfulness para enfermedades crónicas
Ante este panorama, Humberto Bautista recomendó el uso de técnicas clave de mindfulness aplicadas al manejo de enfermedades crónicas, las cuales pueden seguirse con un instructor o a través de aplicaciones digitales:
:quality(75)//media/inside-the-note/pictures/2025/06/09/whatsapp_image_2025-06-09_at_1.35.02_pm.jpeg)
- Meditación guiada: consiste en enfocar la atención en la respiración y las sensaciones corporales, bajo la orientación de un instructor. Esta práctica favorece la relajación y la conexión con el momento presente.
- Dejar ir: enseña a no aferrarse a pensamientos o emociones, reconociendo que todo es transitorio. Es una herramienta esencial para reducir la carga emocional negativa.
- Mente de principiante: promueve la observación del entorno con curiosidad y apertura, como si fuera la primera vez. Esta actitud facilita una mayor receptividad ante la experiencia diaria.
- Ejercicio DROP (Detener, Respirar, Observar, Proseguir): invita a la autorreflexión frente a los estímulos del entorno, sin quedarse atrapado en ellos. Es útil para manejar reacciones emocionales y tomar decisiones más conscientes.
- Atención a los sentidos: implica enfocarse en los estímulos sensoriales que nos rodean sin emitir juicios. Esta práctica fortalece la conexión con el presente y reduce la reactividad.
- Body Scan: técnica de escaneo corporal que permite tomar consciencia de cada parte del cuerpo y sus sensaciones físicas, fomentando la autoconexión y el cuidado personal.
- No juzgar: consiste en observar pensamientos, emociones y experiencias sin clasificarlos como buenos o malos. Esto ayuda a disminuir el estrés generado por la autoevaluación constante.
- Aceptación: implica recibir pensamientos y emociones tal como son, sin resistencia ni juicio, promoviendo una actitud compasiva hacia uno mismo.
- Alimentación consciente: fomenta la atención plena al momento de comer, reconociendo sabores, texturas y sensaciones, y evitando distracciones.
CONSULTA AQUÍ LAS NOTICIAS DE ÚLTIMA HORA
*brc
Comparte en Redes Sociales