Capital político

Clarita iztapalapiza la CDMX
Adrián Rueda
A un año de haber sido elegida como jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada acelera el camino del deterioro que las istraciones de Morena marcaron desde su llegada al poder en 2018 a la capital del país.
Ejecuciones, falta de agua, contingencias ambientales, pésimo transporte público, inundaciones, baches, bloqueos, embotellamientos y una absoluta carencia de servicios básicos que demandan las grandes ciudades son el sello de lo que va de su istración.
La capital es un desastre, pero, desde su campaña, Clarita anunció que, de ganar, haría de la Ciudad de México una gran utopía, como en Iztapalapa, y según el diccionario, utopía significa plan, proyecto, doctrina o sistema ideal, generalmente irrealizable.
Eso fue lo que ofreció la hoy jefa de Gobierno y muy pocos se preocuparon por investigar qué quería decir en realidad con ello, pues para la mayoría sonaba como un cuento de hadas. Era todo lo contrario y lo está cumpliendo al pie de la letra.
Su gobierno ya ni siquiera se preocupa por dar atole con el dedo a la población; todo lo cambió por un simple taco de lengua, pues se la pasa prometiendo lo mismo, al grado de refritearse a sí misma, pero sin cumplir nada.
¿O alguien puede destacar algo importante que haya hecho su gobierno para beneficiar a la población? Que nadie se quiebre el coco pensando porque no va a hallar nada. ¿O ya tienen agua, transporte, seguridad, un buen Metro, buenas vialidades y drenaje, por ejemplo?
¡Ni lo va a tener la capital, por la sencilla razón de que no hay capacidad! Lo peor para Brugada es que ni siquiera le puede echar la culpa al pasado, pues quienes gobernaron antes que ella son hoy sus compañeros; ella misma estuvo en anteriores gobiernos.
¿De qué puede presumir a un año de haber sido elegida en las urnas y a casi 10 meses de gobierno? Porque regalar dinero —lo cual hacen desde que todos eran del PRD— no es gobernar, sino sumir a los ciudadanos en la pobreza para hacerlos eternamente dependientes.
¡Que va a hacer 100 Utopías! Así hiciera mil, eso no da de comer, vestir, beber, transportar o cuidar a la gente. Bueno fuera que, a la par de sus utopías, implementara políticas públicas que dieran resultados.
Y aquí no hay ningún Felipe Calderón a quien culpar, pues sus antecesores fueron, desde que hay elecciones en la ciudad, Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard, Miguel Ángel Mancera y Claudia Sheinbaum; nadie del PRIAN.
Lo que se puede destacar con su llegada es que está iztapalapizando la Ciudad de México a pasos acelerados.
Eso eligieron los capitalinos, pues, como dicen por ahí, a disfrutar lo votado.
CENTAVITOS
Por cierto, a muchos les queda la duda de cómo sería la CDMX si hubiera ganado Santiago Taboada, quien presumía tener ideas muy diferentes y ponía como ejemplo la alcaldía Benito Juárez, que gobernó seis años. Claro que cargaba con el estigma de su presunta corrupción inmobiliaria con desarrolladores privados, lo cual pesó mucho en el electorado, pero Clarita no estaba exenta de esos temas, pues su grupo generó invasiones y corrupción inmobiliaria, pero ellos con recursos públicos a través de organizaciones de vivienda popular que la apoyaron; incluso ella misma fue invasora en Iztapalapa. Eran dos modelos de gobierno: uno como Iztapalapa y otro como Benito Juárez; la elección era tentadora, pero se impuso la política de regalar dinero público para subsistir, aunque eso no signifique necesariamente desarrollo.
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