Contra el resurgimiento del marcho alfa; nuevos arquetipos de masculinidad

Ante el regreso del modelo hegemónico de masculinidad en el mundo, el activista y defensor de derechos humanos Nicko Nogués regresa a las librerías con un ensayo que llama a los varones a no caer en los discursos de gurús para ser “hombres de alto valor”, machos alfa y personas que se miden solo por lo que tienen.

En su libro Posmacho Alfa. Arquetipos de valor para hombres de otra era (Grijalbo), Nogués promueve el diálogo social para transformar de forma efectiva la realidad al mismo tiempo que muestra los paradigmas que definen las nuevas masculinidades.

El autor asegura que es fundamental que los hombres dejen atrás el discurso que los pone a competir y en su lugar adquieran la consciencia de que su valor como personas no se encuentra fuera de ellos.

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¿Por qué es necesario discutir nuevos modelos de masculinidad?

Lo que detona el libro es la pregunta ¿qué viene después de ser el macho alfa? ¿Qué es lo que está más allá de la etiqueta de éxito? Estoy convencido de que existe el posmacho alfa. En el libro describo los ocho grandes arquetipos que abren posibilidades de exploración a todos aquellos varones que no encajamos en el molde.

Estamos viendo movimientos geopolíticos en los que hay liderazgos masculinos que quieren hacer parecer que hay una única forma de ser hombre, tener éxito y sentirnos validados. Solo falta ver a figuras como Donald Trump o Elon Musk que acumulan cientos de miles de seguidores.

Mi intención es mostrar que es posible otro tipo de éxito y valor.

¿Hoy en día hay muchos hombres jóvenes que están más cercanos a la derecha, al pensamiento conservador, por qué?

Es cierto que hay una radicalización. En los últimos 10 años ha habido una transformación impulsada por los movimientos feministas y todos aquellos que creemos en tipos distintos de masculinidad y ese cambio ha generado una profunda polarización y disgregación.

La población masculina que sigue sin entender el problema de las desigualdades siente esa lucha ideológica como un ataque personal y esa emoción se traduce en un efecto rebote liderado por el estilo de vida ultraconservador.

Los movimientos que intentan romper con los estereotipos no han encontrado la forma de poner a colaborar a la mayor parte de la población masculina. Hay adolescentes entre 16 y 18 años más conservadores que sus abuelos y mujeres jóvenes que se identifican como progresistas, quienes al compartir espacios públicos no pueden mirarse a los ojos.

A mi perspectiva, ese efecto rebote surge porque no hemos planteado formas efectivas para reanudar el diálogo.

¿Por qué es tan fácil para el sector conservador de hombres apoyar propuestas retrogradas?

Lo que apoyan son formas de validación social que en los últimos años han sido canceladas o que no se han incluido en la conversación. Esas personas tratan de reafirmar a través de figuras importantes de la política: “¿ven cómo yo no estoy mal?”.

Ellos afianzan su postura diciendo que el mundo siempre ha funcionado como hasta ahora y por tanto no es necesario cambiarlo.

Háblame un poco de los nuevos arquetipos de masculinidad que propones.

Me gustaría destacar el “hombre león”, un arquetipo que nos invita a resignificar la fortaleza. Nos creemos muy machitos, pero vivimos super domados por la idea de éxito y hombres de alto valor que perseguimos sin cuestionar. Pareciera que solo deseamos ser copias baratas de un Elon Musk o Trump.

El “hombre león” resignifica la fortaleza porque nos hace preguntarnos el tipo de masculinidad que hemos elegido y con cuál nos sentiríamos mejor.

El valor de los hombres no está en con cuántas mujeres han estado, cuánto dinero tienen ni cuántas horas se matan trabajando, porque el día que eso se caiga -y la vida da muchas vueltas- ¿dónde queda tú valor? El valor de una persona no viene de afuera, sino de dentro.

¿Qué es lo que tu investigación puede ofrecerles a los hombres?

Somos un montón de hombres los que estamos intentando mostrar otras posibilidades de éxito y que queremos entrar a las conversaciones difíciles. Es ahí donde el libro entra como una herramienta de validación -porque todos necesitamos validación- que te muestra como parte de un colectivo gigante.

Posmacho Alfa es una brújula que ayuda a transitar por eso caminos.

La idea de masculinidad hegemónica se está afianzando en muchos sectores, ¿crees que es posible dar la pelea desde el otro lado?

La pelea ya está puesta en la mesa. Es cierto que parece que está volviendo el estereotipo más fuerte y avasallador de masculinidad, pero lo hace porque hay una lucha. 

Me parece que estamos viviendo un momento de destrucción y transformación de esas ideas sobre las que se cimentaba la sociedad. No estamos viviendo una lucha violenta, sino una existencial, que facilita el cambio o lo hace más difícil, por eso propongo acciones: escribir cuáles son tus características cómo hombre para reconocerlas. No la de los otros que te dicen cómo ser, sino las tuyas. 

Esto es fundamental, porque al hacer introspección entendemos que la idea que tratan de vendernos como masculinidad es puro humo.

ORP