Armando Ríos Piter

La transformación participativa

La mayoría de las decisiones y políticas públicas siguen respondiendo al mandato de unos cuantos. El proceso de toma de decisiones no ha cambiado; lo siguen haciendo de la misma forma que los gobiernos predecesores, sin generar un diálogo constructivo.

Armando Ríos Piter

Suscríbete a nuestro boletín

Recibe las últimas noticias y mantente siempre informado

Correo electrónico
Enviar

                Por una #SociedadHorizontal

 

La transformación del país será participativa o simplemente no será. Cansados de la vieja forma de hacer política, en 2018 millones de mexicanos salieron a votar con el fin de impulsar un cambio. Una sociedad más consciente, informada, comunicada y organizada manifestó un contundente “ya basta”. Con ello, entregó a López Obrador el bastón de mando para redirigir el rumbo nacional.

Como respuesta a esta exigencia, el nuevo gobierno propuso una “Cuarta Transformación”, con la intención de generar un cambio de fondo como la Independencia, la Reforma y la Revolución. Desde entonces, un amplio despliegue propagandístico, aderezado con fuertes símbolos que contrastan con el pasado, han marcado la forma en la que AMLO y su equipo han intentado transformar al país.

Sin embargo, la mayoría de las decisiones y políticas públicas siguen respondiendo —como siempre— al mandato de unos cuantos. El proceso de toma de decisiones no ha cambiado; lo siguen haciendo de la misma forma que los gobiernos predecesores, sin generar un diálogo constructivo. Peor aún, sin un diagnóstico compartido en donde participen todas las visiones y haya una representatividad genuina.

En lugar de aprovechar el potencial de millones de personas, limitan las capacidades de los ciudadanos con una visión paternalista y con un enfoque a corto plazo. La improvisación e incluso la soberbia a la hora de tomar decisiones profundiza el riesgo de cometer errores, incrementa las tensiones a falta de conciliación y roba la esperanza ante la insuficiencia de resultados. Los intentos de involucrar a los ciudadanos han sido un fracaso.

Las elecciones del 2021 son una oportunidad. Estamos en un momento de transición, donde empezamos a comprender el valor de convivir y organizarnos de una forma mucho más horizontal. Definitivamente, el verticalismo gubernamental no conlleva a la evolución de lo preestablecido.

En el caso de la CDMX, el gobierno central, las alcaldías y el Congreso local reproducen estas fallas. Ante la crisis de la pandemia, han mostrado una nula capacidad de consensuar nuevos mecanismos que involucren a la sociedad para construir respuestas. En el ámbito económico, la problemática de los negocios no fue manejada correctamente. De las 345 mil empresas que existían en 2019, en 2020 sólo sobrevivieron 224 mil. El grito de restauranteros, meseros, cocineros con el #AbrimosOMorimos refleja el grado de desesperación que viven los ciudadanos en el centro del país. El cierre de tiendas, centros comerciales, escuelas, gimnasios, estéticas, entre otros, ha significado la pérdida de miles de empleos. Familias enteras se han quedado sin ingreso. Yo estoy convencido de que sí hay una manera diferente de hacer las cosas. Podemos organizarnos mejor con estos sectores para enfrentar el problema.

Necesitamos propiciar la acción colectiva, involucrando a todos los actores. La decisión de unos cuantos burócratas o líderes políticos no refleja las necesidades de todos los ciudadanos. Es imperativo abrir espacios que favorezcan la democracia participativa. Imaginemos lo que lograríamos con millones de mentes participando en la construcción de un mejor país para todos. Hoy que existen nuevas herramientas tecnológicas, seguir esta ruta es lo único que hace sentido para enfrentar los nuevos retos.

Hoy convoco a una transformación participativa porque la sociedad está cambiando y el centro del poder ya no está en unos cuantos líderes políticos. El poder está en cada uno de los ciudadanos. La nueva forma de informarnos, comunicarnos y organizarnos abre posibilidades antes inimaginables. El movimiento feminista es un claro ejemplo de esta nueva fuerza.

Por eso afirmo que la transformación será participativa o no será. Hoy debemos escuchar y tomar en cuenta las propuestas de quienes sufren los problemas y pensar juntos cómo enfrentar la crisis económica que vivimos en la CDMX, así como en todo el país.

La nueva era implica tener una consciencia diferente sobre nuestra vida en comunidad y el compromiso que tenemos con los demás. Las herramientas que nos ofrece la tecnología nos permitirán trabajar mano con mano, con solidaridad, empatía y generosidad para lograr la verdadera transformación.

Unidos y organizados somos la fuerza para alcanzar la #TransformaciónParticipativa. Todos somos parte de la #SociedadHorizontal que empieza a echar raíces firmes.

Comparte en Redes Sociales

Más de Armando Ríos Piter